martes, 1 de diciembre de 2009

Discerniendo los Tiempos


En estos días hemos visto y escuchado de llamados de organizaciones evangélicas a votar anulando el voto. Algunos de ellos tomando el porcentaje del censo 2002 hablan de que su opinión representa a tres millones de evangélicos. Ante esto deseo puntualizar responsablemente; 1. Los creyentes evangélicos son ciudadanos de Chile y de acuerdo a nuestra constitución, podemos sufragar personalmente por el candidato de nuestra preferencia;2. Ninguna organización evangélica ni pastoral o profesional, incluyendo la Coordinadora Regional, puede arrogarse nuestra representación por muy valórica que sea su posición, especialmente cuando solo se ve en blanco y negro un problema, olvidando que hay un amplio espectro cromático para tratar los asuntos complejos;3. Es una irresponsabilidad social el hacer un llamado como este disfrazandolo de espiritualidad, pues muchos de los que los promueven han sido o son integrantes de organizaciones de corte político o quieren ser influencia política ,pero de acuerdo a sus conceptos, cayendo en un mesianismo contemporáneo en tiempos de elecciones.
Es por esto que sugiero que seamos responsables en nuestra gestión en la sociedad y no olvidemos nunca las enseñanzas del maestro que nos dicen que " estamos en el mundo, pero no somos del mundo" (Juan 17:15-16);no en el sentido de alienación o lejanía de lo que sucede, sino, que en toda nuestra gestión como líderes o parte de organizaciones evangélicas, tengamos siempre presente que somos sal y luz de la tierra(Mateo5:13-16); somos influencia para los demás, y esa no llegara siendo intolerantes o faltos de respeto por quienes piensan distinto a nosotros.Seamos los hombres y mujeres que entiendan los tiempos que vivimos, haciendo lo que esté a nuestro alcance hacer para extender el Reino de Dios.
El desafío es lograr que mujeres y hombres de Dios profesionales puedan asumir el servicio a Dios en la política y sean los futuros Concejales,Alcaldes, diputados,Senadores y, porque no, un futuro o futura Presidente o Presidenta de nuestra Nación. Es ahí donde se necesitan nuestros mejores creyentes para transformar la politiquería(promesas, compromisos no cumplidos o dar falsas expectativas) con la política que es, la actividad humana que tiende a gobernar o dirigir la acción del estado en beneficio de la sociedad.¿Cuatro, ocho años o más nos demoraremos? No lo sé, si decir que hoy hay que empezar.
Pastor José

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